DESPIDO POR INSULTOS EN REDES SOCIALES.
El insulto y la descalificación nunca ofrecen un ejemplo adecuado ni son gratificantes, aunque hay que recordar que para que el despido sea procedente el incumplimiento ha de ser laboral (si bien tal protección es exigua cuando la contratación como es el caso en la noticia que se anexa es muy reciente). Cada día hay que tener más precaución con lo se dice en las redes sociales pese a que -como ha sido el caso- se rectifique sobre la marcha y se achaque todo a un error de juventud-.